Te estarás preguntando que cómo puede ser que una gran cadena, firma o marca tenga la necesidad de copiar a las pequeñas. Y no hablamos solo de "inspirarse" en una tendencia o estilo. Hablamos de plagiar diseños al pie de la letra, apropiándose del trabajo, la creatividad y el esfuerzo de quienes trabajan desde la humildad y la originalidad.
Hablamos en primera persona, desde nuestra experiencia y desde el más absoluto rechazo. Sobre todo porque es un problema que afecta gravemente a pequeñas empresas y diseñadores independientes, quienes ven cómo grandes compañías lanzan al mercado versiones casi idénticas de sus productos, a precios que ellos no pueden igualar.
Y esto nos ha pasado a nosotras también, en Labienhecha. Nos copiaron a nuestra Amparito Origami, uno de nuestro bolsos más vendidos desde hace años, tirando precios al suelo, produciendo a escala y generando una frustración que para nosotras queda.
Nuestro caso: el plagio de uno de nuestros más vendidos
Imagina que trabajas día tras día diseñando algo único. Que pones tu alma en cada detalle, en cada decisión de diseño. Así lo hicimos con uno de nuestros modelos más vendidos, un diseño que tuvo éxito no solo por su estética, sino por todo lo que representa: artesanía, sostenibilidad y valores. Lo que no esperábamos era ver ese mismo diseño, 100% calcado, en las vitrinas de una marca mucho más grande que lo produjo a escala (si, probablemente en China).
Cuando vimos ese plagio por primera vez, fue un golpe duro. Bueno, de hecho fueron nuestras propias clientas quienes nos avisaron pensando que se trataba de algún tipo de colaboración.
Habíamos trabajado meses para perfeccionar ese bolso, lo habíamos creado con nuestras manos y, de repente, una gran marca lo estaba comercializando, a gran escala y a un precio mucho más bajo. Enfrentar esto no es solo una cuestión legal; es una cuestión emocional. Te sientes pequeña frente a gigantes que parecen invencibles.
El poder de los gigantes
Las grandes marcas tienen un poder inmenso. No solo cuentan con una red de distribución global y una maquinaria de marketing masiva, sino que también tienen acceso a equipos legales que protegen cada uno de sus movimientos. Para ellas, lanzar un producto que "se parece" a uno de una marca pequeña no representa gran riesgo, por mucha patente que haya de por medio. Si la pequeña marca decide ir a juicio, las grandes empresas pueden costearse años de litigios y, en muchos casos, prefieren llegar a acuerdos financieros, minimizando así cualquier daño a su reputación.
Y, al final, cuando los gigantes copian a los pequeños, el mensaje es claro: "podemos hacerlo porque tenemos los recursos para salir impunes".
Plagio o "inspiración"?
Un problema constante en este debate es la delgada línea entre plagio y "inspiración". Las grandes marcas suelen defenderse diciendo que siguen tendencias globales, que los diseños están "en el aire". Pero cuando ves tu producto prácticamente idéntico, con los mismos detalles y características, es difícil comprar la idea de que se trata de simple inspiración.
En nuestro caso, la versión de uno de nuestros bolsos más vendidos, nuestra Amparito Origami, es una copia tan evidente que resulta imposible ignorarla. Cada curva y cada detalle estaba claramente basado en nuestro diseño original. De hecho, este patrón solo puede replicarse si se desmonta e bolso y se calca al milímetro, que seguro fue lo que hicieron.
Lo peor es que no somos las únicas. Otros diseñadores y marcas emergentes han sufrido lo mismo: ver cómo su trabajo es replicado a gran escala por marcas que, simplemente, tienen más recursos para llevar ese producto al mercado masivo.
El impacto en marcas pequeñas
Para nosotras, como para muchas otras marcas independientes, este tipo de plagio no solo tiene un impacto económico, sino también emocional y creativo. Cuando pones todo tu esfuerzo en crear algo auténtico y original, ver cómo una gran marca lo copia a gran escala puede ser devastador.
Algunas clientas nos decían: “oye, miradlo por el lado bueno, porque si os están copiando algo estaréis haciendo muy bien”.
Si lo miramos así, podríamos sentir hasta orgullo…pero claro, cuando pensamos en la diferencia en precios entre una pequeña marca artesanal y una gran empresa que produce en masa es inmensa.
Y es que nuestra Amparito Origami se está vendiendo a precios mucho más bajos, lo que pone a las pequeñas marcas en una posición muy difícil para competir. ¿Cómo puedes justificar tus precios, basados en la calidad, sostenibilidad y trabajo manual, cuando el gigante ofrece una versión más barata que obviamente no está producida como lo hacemos nosotras?
La fuerza de los consumidores y el poder de la comunidad
A pesar de todo, no todo está perdido. Hoy, más que nunca, los consumidores tienen el poder de denunciar estas prácticas y exigir transparencia a las grandes marcas. Hemos visto casos donde, gracias a la presión pública y las redes sociales, marcas gigantes han retirado productos copiados o han admitido sus errores.
La fuerza de la comunidad es clave. En Labienhecha, hemos sentido el apoyo de nuestras clientas y seguidoras, quienes siempre han estado ahí para defender lo que hacemos. Cada vez que ocurre una situación como esta, sentimos el respaldo de personas que valoran el trabajo artesanal y original, y que entienden el esfuerzo que hay detrás de cada producto.
Conclusión: Luchar por lo original
La realidad es que luchar contra las grandes marcas no es fácil. Pero eso no significa que debamos quedarnos en silencio. En Labienhecha, seguimos creyendo en la originalidad, en el respeto por el trabajo de los demás, y en que la moda puede ser más ética. Cada vez que apoyas a una marca pequeña, estás defendiendo la creatividad y el esfuerzo que hay detrás de cada producto. Y, aunque los gigantes intenten copiar, sabemos que lo que nos hace especiales jamás nos lo podrán robar: nuestra pasión, nuestro arte, nuestros valores y nuestro compromiso con aquello en lo que creemos.
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